viernes, 18 de enero de 2008

CUIDA LAS ARTICULACIONES


Las articulaciones forman una parte importante de nuestro sistema óseo, ya que aseguran el movimiento del cuerpo humano, son los puntos de unión entre los huesos y nos permiten una amplia capacidad de flexión y movilidad, a la vez que ayudan a transferir y distribuir los pesos que en ocasiones sostenemos. Aunque podemos decir que cumplen una misma función no todas las articulaciones son iguales: Las articulaciones esféricas como la de los hombros y caderas, nos permiten un movimiento muy amplio, mientras que las articulaciones en bisagra, como la de los codos, solamente nos permiten movimientos de extensión y flexión. Las articulaciones ayudan también a reducir al mínimo la fricción entre los huesos, gracias a una especie de almohadilla, llamada cartílago, formada por una sustancia suave y lustrosa, que cubre los extremos de los huesos justo en el punto en que éstos se juntan.

Generalmente no estamos conscientes de la importancia de nuestras articulaciones, obligándolas a soportar sobrepeso o adoptando malas posturas, o con actividades deportivas que exigen demasiado esfuerzo. Estas actitudes pueden traer como consecuencia lesiones pasajeras como una torcedura o una inflamación. Pero no siempre tenemos la suerte de que sean dolores temporales, en ocasiones la falta de atención a las articulaciones nos puede producir un envejecimiento u oxidación prematuros que nos limita la movilidad corporal. Los siguientes ejercicios representan una buena alternativa para mantener las articulaciones con sus cualidades naturales.

EJERCICIOS:

1. Moviliza las cervicales
Nos sentamos en el suelo con las piernas flexionadas y las palmas de las manos firmemente apoyadas. Una vez adoptada la posición, inspiramos profundamente y soltamos el aire. Volvemos a inspirar despacio a la vez que llevamos la cabeza hacia atrás, al expirar movilizamos la cabeza hacia delante, intentando tocar el pecho con el mentón. Realizamos el ejercicio lo más lentamente posible, y lo repetimos hasta completar diez respiraciones.

2. Descarga la espalda
Nos tumbamos en el suelo con las piernas estiradas. Tomamos aire y doblamos una rodilla, cogiéndola con las manos para dirigirla hacia el pecho, a la vez que liberamos el aire. Aflojamos y soltamos la rodilla, para nuevamente estirarla. Seguidamente realizamos el movimiento descrito con la otra pierna, para después hacerlo alternando las piernas, diez veces.

3. Flexibiliza las manos
Nos sentamos en el suelo cómodamente con los brazos doblados y los dedos de las manos entrelazados. Movemos las muñecas alternadamente hacia arriba y hacia abajo, intentando en lo posible alcanzar el mayor ángulo de flexión en la articulación de las muñecas. Realizamos el ejercicio diez veces con lentitud y respirando con regularidad.

4. Aflojar los hombros
Nos mantenemos sentados cómodamente en el suelo. Tomamos aire mientras subimos lentamente uno de los hombros hacia la oreja, al bajarlo soltamos el aire relajando el hombro. Después realizamos el ejercicio descrito por el otro lado para seguidamente repetirlo diez veces alternando los hombros y acompasando la respiración.

5. Desentumecer los tobillos
A partir de la posición anterior estiramos las piernas y apoyamos las palmas de las manos en el suelo. Flexionamos los pies doblando éstos todo lo posible hacia la pierna, seguidamente aflojamos y estiramos la punta del pie hacia delante como si quisiésemos tocar el suelo con los dedos. Realiza el ejercicio diez veces con lentitud y sin forzar la articulación de los tobillos, mientras tanto respira con regularidad.

6. Agiliza las caderas
Nos situamos de pie con las piernas separadas a la anchura de las caderas. Inspiramos profundamente y, al soltar el aire, subimos una rodilla a la altura de la cintura realizando un movimiento circular hacia fuera, para volver a colocar el pie en el suelo. A continuación hacemos el ejercicio descrito con la otra pierna, repitiéndolo diez veces alternando las piernas y respirando acompasadamente.

BUENOS CONSEJOS...

• Al realizar las actividades diarias intenta distribuir el peso del cuerpo entre varias articulaciones.
• Utiliza las articulaciones y los músculos más fuertes para hacer las tareas que requieran sobreesfuerzo.
• Practica actividades de bajo impacto y especialmente aquellas que involucren la movilidad de todo el cuerpo, como la natación, el baile...
• Evita mantenerte por largos períodos en una misma posición.
• Moviliza con regularidad las articulaciones y realiza los ejercicios descritos varias veces al día.
• Si se presenta dolor en alguna de las articulaciones y si persiste acude a un especialista.

Sabias que...

• Al igual que los músculos, la falta de movilidad puede atrofiar las articulaciones.
• El cuerpo humano posee más de cien articulaciones que nos permiten una gran libertad de movimiento.
• La artrosis y la artritis son dolencias que afectan a las articulaciones.
• Las mujeres son más propensas a sufrir inmovilidad en las manos y en las caderas, mientras que los hombres en los codos y en los hombros.
• Cada una de las articulaciones está diseñada para realizar movimientos específicos.
• El Yoga, el Tai Chi, y el Masaje Tradicional Tailandés favorecen la movilidad de las articulaciones.

Terapeuta de masaje en Mallorca.

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